Viatge

 (...) Esos trenes de velocidad lenta inventaban un nuevo paisaje en Francia, un panorama en movimiento de sus campos, de sus bosques y montañas, de los ríos que franqueaban o bordeaban, de las hileras de sauces desmochados y setos de espinos, una travesía que era más lenta aún en el corazón de cada una de las pequeñas ciudades, con su estación, su hotel y su café-restaurante, y todo ello era como la idea que una civilización se hace de sí misma en cada momento de su historia, una idea que es ya una nostalgia antes incluso de haber llegado a existir, el sueño de la dulzura de vivir y de viajar.Por la ventanilla del compartimento, el paisaje desfila a cámara lenta con sus colores, como en una linterna mágica. En las separaciones de los vagones y bajo los portaequipajes, se atornillan fotografias acristaladas de lugares pintorescos en blanco y negro, del glaciar Mar de Hielo en Chamonix y del monte Saint-Michel en Normandía, de las playas de Biarritz y las lagunas de Sologne y los acantilados de Étreat. (...)

Patrick Deville, "Taba-Taba" ( Anagrama, trad. de J.M.fajardo )